6 de mayo de 2013

Tartaletas Gerbera, magdalenas de limón y chocolate, y tarde de niños y galletas.


Este puente de mayo me ha cundido bastante en el aspecto culinario.

A parte de la tarta para la “super boda” del miércoles de la que ya os hablé hace unos días, hice unas tartaletas individuales de chocolate y crema de mantequilla de naranja con decoración de Gerbera.


Muy rica la combinación chocolate-naranja aunque solo comí un trocito de una porque como ya he comentado alguna vez, mi intolerancia a la lactosa me prohíbe ciertos placeres… mmm ¡qué lástima! El bizcocho de chocolate lo hice con la receta de Isasaweis. ¡Gracias! ¡Qué rico sale y qué fácil es!!



Pero claro, para compensar lo de las tartaletas me desquité haciendo magdalenas y mini-magdalenas de limón, mis favoritas. No digo cuántas me salieron…… bueno sí, 12 grandes y 24 pequeñas… y quedan ya muy pocas. ¡¡Debería de darme vergüenza!! Vaya manera de empezar la operación bikini.


Pero es que no sabéis lo ricas que están. Han quedado super-esponjosas y cremositas. Las pequeñitas tienen un extra: un trocito de chocolate que puse en el medio de cada una justo antes de hornearlas. La receta que uso para estas magdalenas es la misma que para mi bizcocho de limón de siempre, que ya he dicho en alguna ocasión que es mi favorito.




Receta:

1 vaso de yogur
2 de azúcar
3 de harina
2 huevos
½ vaso de leche
½ vaso de aceite de girasol
½ sobre de levadura Royal.
Ralladura de limón

Batir todo y al horno 30min a 180 grados.

No puede ser más fácil.


Pero aquí no acaba la cosa, no. También hice galletas para parar un tren, entre las que están incluidas las del concurso, que las entregaré el sábado.

Tengo la suerte de tener unos vecinos encantadores con niños aún más encantadores y uno de ellos es Pablo. Siempre se ofrece voluntario a ayudarme a hacer galletas y este finde le tocó: el sábado a ayudarme a hacer la masa (como buen pinche pesó todos los ingredientes y cortó unas cuantas) y el domingo estuvo decorando las que había hecho para él.
Carolina, mi hija, rompiendo su costumbre de echarse siestas de 3 horas los fines de semana, se nos unió y ahí los tuve a los dos entretenidos durante un par de horas decorando sus galletas.


La verdad es que les quedaron muy chulas y no se puede pedir más a dos niños de casi 9 y casi 3 años (él cumple en junio y ella en julio).

Fue una tarde estupenda y divertida.

Hasta pronto.

Galletas de Pablo

  
Galletas de Carolina


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